Observaciones rudas y desconsideradas.
Frases y respuestas ásperas
Incapacidad de apreciar manifestaciones de buen humor en los demás.
Sarcasmo.
Hablar al oído a la persona delante de otras.
Perfeccionismo
Ser “meloso”.
Levantar la voz y gritar.
“Puñaladas por la espalda”
Criticar, juzgar, comparar, discriminar, menospreciar, etc.
No decir la verdad
Espíritu de contradicción.
Chismorreo, murmuración.
Hablar en primera persona. (yo, yo y yo)
Recordar constantemente los fracasos.
Fanfarronear o hacer alarde de lo que no se es.
Espíritu burlón.
Hablar en forma fría e impersonal.
Expresar sentimientos de hostilidad.
No recordar nombres.
Monopolizar el diálogo.
Humor hiriente.
Ser muy insistente.
Cortar o interrumpir bruscamente a una persona cuando este hablando.
Cambiar de tema constantemente.
Expresar mal humor al hablar.
Corregir en público.
Monotonía, ser pesado.
No mirar al interlocutor cuando habla, no prestarle atención.
No saber escuchar.
Actitud defensiva.
Expresiones vulgares.
Uso excesivo de la jerga técnica
Pensar con mayor rapidez de lo que uno habla.
Falta de claridad y concisión.
Generalizar demasiado.
Saltar a conclusiones antes de tiempo.
Hablar sin pausas.
Falta de confianza.
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